EL DESEO DE PERTENECER
Por: Edward Pérez
El deseo de pertenecer: Desde
tiempos inmemorables, el ser humano ha buscado conexiones profundas con su
entorno, deseando ser parte de algo más grande que él mismo. Este anhelo de
pertenencia se manifiesta en diversas áreas de nuestra vida, desde la familia, amistad,
círculos sociales y la sociedad en su conjunto.
Sentimientos de
inferioridad: Al intentar pertenecer a una clase social
que no se alinea con nuestra realidad económica, educativa o cultural, es
posible que nos sintamos constantemente comparados con los demás y desarrollemos
sentimientos de inferioridad y falta de valía.
La pertenencia a un grupo
brinda sentido de identidad y seguridad a quienes carecen de la misma. Hay personas
que el sentido de pertenecer les hace sentir aceptados y valorados. Esta
sensación de pertenencia le proporciona un ancla emocional en un mundo en
constante cambio y les brinda la sensación de que enfrentan los desafíos de la
vida.
Falta de autenticidad:
Intentar pertenecer a una clase social que no nos corresponde puede llevarnos a
adoptar comportamientos, actitudes y valores que no son genuinos o auténticos.
En los últimos años, muchas
personas han entendido que fueron creados para ser líderes políticos y dirigir una
sociedad que desde sus cimientos carece de formación y educación.
Endeudamiento:
Una de las formas en que algunas personas intentan pertenecer a una clase
social más alta es a través del consumo ostentoso y la adquisición de bienes
materiales costosos. Esto puede llevar a un endeudamiento excesivo y a una
situación financiera precaria a largo plazo.
Hoy no conocemos los
nombres de nuestros vecinos, pero buscamos a toda costa tener millones de
seguidores en redes sociales. Solo por pertenecer donde no pertenecemos. El deseo
de pertenecer en la era digital en la que vivimos, ha evolucionado y se ha
ampliado a través de las redes sociales y las comunidades en línea. Si bien
estas plataformas pueden brindarnos una sensación de conexión y pertenencia
virtual, es fundamental no perder de vista la importancia de las relaciones,
basadas en la empatía, la autenticidad y la intimidad emocional.
En lugar de buscar
desesperadamente pertenecer a una clase social específica, es importante
enfocarnos en desarrollar una identidad propia basada en nuestros valores,
intereses y habilidades únicas. Apreciar y cultivar nuestras relaciones
auténticas y significativas con personas que nos aceptan tal como somos,
independientemente de nuestra posición social, nos brindará una sensación
verdadera de pertenencia y conexión.


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